Por Ana Carolina Dussan
A pesar de estar establecida la agenda de la virtualidad, plataforma en la que se desarrolla la mayor parte de las actividades humanas y productivas a nivel global, tal como se anunció la década pasada. Aún así, el ser humano siempre será el mismo, en su dimensión personal continuará soñando y navegando en su inconsciente colectivo y despertando en sus arquetipos como si estuviera en la Grecia clásica que reside en el mundo de la que heredamos arte, ciencias, matemáticas, filosofía, belleza. Eso es justo lo que se infiere en la lectura de uno de los libros del científico social Carl Gustav Jung y esto permanecerá intacto por la misma naturaleza humana con que fuimos creados.
La novedad del presente es que cada día nos despertamos a la distancia mínima de un número indeterminado de historias que circulan en el nuevo “ágora” las redes sociales que abstraen y sensibilizan todas las emociones humanas del individuo hacia el exterior de su vida pública haciéndole copartícipe de la construcción de realidades que limitan su privacidad. Es por ello que en parte, la teoría psicológica recurre a la Ciencia Política como estrategia de relación con la sociedad; es su “largo affaire” (Mcguirre 1993) dado que ambas ciencias necesitan de esa relación de interdependencia para facilitar los procesos generales cognitivos que intervienen cuando las personas emiten juicios, piensan y deciden acerca de cuestiones políticas.
Este nuevo escenario de la era de acuario, de la transformación, del cambio, no está constituido por hechos aislados, es el individuo, ese mismo que se convierte en ciudadano empieza a participar de la agenda pública socializando e intercambiando información a la velocidad del tráfico en las redes sociales y produciendo nuevas ideas creativas desde donde se encuentra para incidir en la solución de sus problemas.
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Foto. Duss&co |
Esta vez su participación no es opcional, lo hace por el sentido de supervivencia ante un entorno que facilita y se sintoniza alrededor de comunicaciones simultáneas, repetitivas, que agregan nociones, conceptos, definiciones en el día a día a tal punto que por ejemplo los vuelve capaces de opinar sobre un asunto de interés público que antes representaba abulia.
Aterrizando en lo local, desde que se conoció apartes del Informe de la Contraloría sobre los peajes en la ciudad de Cartagena se escucha ahora de manera frecuente en cualquier lugar frases como “se logró la TIR, no van más los peajes urbanos” voces y reacciones generalizadas de la ciudadanía mediante manifestaciones de haber despertado, “la TIR se convirtió en el florero de Llorente”. Con ocasión del Informe oficial de la Contraloría General de la República - máximo órgano de control fiscal del Estado, cuyo contenido señala con claridad que LaTIR se alcanzó en el año 2014. -Esta entidad es de carácter público del orden nacional tiene la misión de procurar el buen uso de los recursos, bienes públicos y contribuir a la modernización del Estado, mediante acciones de mejoramiento continuo en las distintas entidades públicas-. Muchos ciudadanos no conocían a la mencionada institución y ha sido una manera de socializar sus funciones constitucionales de forma positiva de llegar al territorio y ayudar a esclarecer una realidad de alivio a la economía local en materia de movilidad, dado que de acuerdo al citado informe los inversionistas recuperaron su inversión.
Pues bien, este el caso que por estos días desde el 21 de enero 2021 se habla en Cartagena en cualquier espacio de integración ciudadana sobre un término que antes estaba reservado para los estudiosos de las finanzas como lo es la TIR - Tasa interna de Retorno- fórmula de la matemática financiera que hace parte de una disciplina muy especializada técnica que se utiliza para hallar un porcentaje, tasa de interés o rentabilidad que nos ofrece una inversión. Es una medida que representa beneficio y/o pérdida de acuerdo al proyecto que se evalúe. Antes a manera de anécdota para calcularla durante las clases en la universidad era complejo el cálculo porque era un requisito hacer todo el proceso de cálculo a mano alzada para proyectar en el tiempo y por eso muchos colegas no pasaban la asignatura. En la actualidad con las herramientas tecnológicas existentes es suficiente tener un excel avanzado y teniendo definidas previamente las variables es solo digitarlos y el resultado de los escenarios es automático.
LaTIR es el centro, el símbolo del debate público que ha canalizado todo el descontento de la ciudadanía ante la desidia que en términos de mi colega Jose Villamil generan crack urbano e impide el team work de los actores estratégicos que se resisten a encontrar de manera conjunta la ruta del beneficio y el retorno colectivo para reactivar la economía local. Mientras tanto, este informe está haciendo LaTIR el corazón de la gente que clama por el cambio y la modernización de la ciudad junto a condiciones favorables para una eficiencia administrativa desde el escenario doméstico en donde la participación ciudadana encuentre respuestas, soluciones efectivas y se respete su derecho al acceso transparente a la información.