Por Ana Carolina Dussan
Durante las últimas dos semanas, en decenas de titulares se repiten a la vista conceptos ciertamente complejos y aparentemente sin conexidad, que hacen referencia a derechos fundamentales, contratos, omisión de funciones, bienes de interés cultural, recuperación de personería jurídica, partidos políticos, tutelas, derechos de petición, caducidades, patrimonio histórico y cultural de la humanidad, Intervenciones irreversibles a una parte de las murallas ahora recién estucada y pintada con cal y polvo amarillo que hacen parte del fuerte del pastelillo, que en el año 1984 con “(código C-285), siendo el primer lugar colombiano en entrar a formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial Cultural y Natural! con la denominación de «Puerto, Fortaleza y Conjunto Monumental de Cartagena”. tal como se reseña en la página oficial de la UNESCO.
Ante semejante escenario, como es natural surge la inquietud sobre la necesidad que tienen las instituciones y organizaciones enmarcadas en sus funciones misionales y sustantivas del ámbito público, de reinventarse y ajustar sus procedimientos administrativos internos a los requerimientos ciudadanos del presente y puedan actuar con celeridad, eficacia para responder a las distintas problemáticas de una ciudadanía activa que ha emergido de una pandemia, y que se ha convertido, dado los vacíos en el manejo de la información, en periodistas y comunicadores sociales innatos, exponiendo una realidad que en estas circunstancias no se esconde de los filtros, formando nuevos públicos con la rapidez que ofrecen las redes sociales para comunicar los hechos de manera simultánea, superando el carácter secreto de los enfoques periodísticos a las que veníamos acostumbrados en los medios masivos.
Precisamente, fue a través de esas redes sociales usadas ahora como ágora de la información, como el Ministerio de Cultura se enteró de las nuevas murallas, fue por parte de la ciudadanía y citandolas tal como aparece señalado en el oficio remisorio, firmado por la Dirección de Patrimonio y Memoria donde anunció su visita técnica el día viernes 20 de agosto 2.021, de la cual aún esperamos el informe por todo el revuelo que causó todo ese fin de semana.
Es evidente que la institucionalidad está reaccionando como consecuencia de la implementación de las nuevas tecnologías y parece dar señales de intentar responder de manera eficaz sobre los asuntos públicos cuando es impulsado por estos mismos medios por el diluvio de la información. Sin embargo, cuando aparecen otras instituciones e instancias que pertenecen a las distintas ramas del poder público para asumir las demandas de las ciudadanía, se identifica ahora de manera práctica el choque de trenes dejando entrever algunas de sus virtudes y debilidades.
Ahora bien, no solo la ciudadanía activa recibe feedback de las redes sociales, de manera paralela lo está haciendo la institucionalidad, medio que ha facilitado y simplificado las comunicaciones. No obstante, Douglas North, máximo exponente en el rol de las instituciones afirma en sus libros Structure and Change in Economic History, Norton, 1981 y Institutions, Institutional Change and Economic Performance, Cambridge University Press, 1990 que los cambios institucionales son más relevantes que los tecnológicos y que el desarrollo económico lo generan las instituciones y las organizaciones sólidas, la sociedad necesita de una infraestructura fortalecida para reducir la incertidumbre y los riesgos asociados.
A propósito mientras publico esta primera parte, el nuevo liberalismo espera ser notificado del fallo que se filtro donde le devuelven su personería jurídica, nuevos competidores precandidatos presidenciales en Colombia salen al escenario de la contienda electoral como lo habíamos anunciado en este portal. Por otra parte, los sistemas de meteorología reportan aviso de huracán Henri en New York y en el Gran Caribe tormentas eléctricas y gran nubosidad.
Foto Portada Libro v Español |
Nota: espero publicar la II parte en vísperas a la entrada en vigencia de la nueva marcación telefónica en Colombia.