Por Ana Carolina Dussan
En el camino que conduce al mar caribe me tope - una palabra muy mexicana para referirse a me encontré- a dos turistas, que después supe que eran suizos, tocando efusivamente el timbre colonial, que hoy lo podemos describir como golpear contra la madera del portón principal del museo naval, uno de los candados que lo aseguraba, cuando el sol estaba en lo más alto del horizonte y la temperatura marcaba los 40 grados y el reloj de arena las 12 meridiano, mientras pasaba por allí, por la plazoleta decía uno de ellos en tono medio llamando mi atención What happens!!! solo pude transmitirles espontáneamente un gesto como de asombro.
The street in front of the sea Aldea Caribe |
Seguí caminando hacia la calle bañada de sombra en ese medio día y al lado izquierdo solo se veía algo que podría llamar un collage - como los que se hacían en las clases de dibujo técnico- con diferentes anuncios que decían en diferentes diseños y colores -se arrienda y/o se vende-
Y la calle completamente vacía esperando a su gente.
The street in front of the sea Aldea Caribe |